Thursday, January 17, 2013

Mariel


El éxodo del Mariel fue una emigración masiva de cubanos que salieron de Cuba por el Mariel Harbor en los Estados Unidos entre el 15 de abril y 31 de octubre de 1980.
El evento fue precipitada por una fuerte desaceleración de la economía cubana, lo que llevó a las tensiones internas en la isla y una oferta de hasta 10.000 cubanos a obtener asilo en la embajada peruana.
El gobierno cubano anunció posteriormente que todo el que quisiera irse podía hacerlo, y un éxodo en barco comenzó poco después. El éxodo fue organizado por los cubano-americanos con el acuerdo del presidente cubano Fidel Castro. El éxodo comenzó a tener negativas consecuencias políticas para presidente de EE.UU., Jimmy Carter, cuando se descubrió que varios de los exiliados habían sido liberados de las cárceles cubanas y centros de salud mental. El éxodo del Mariel fue terminado por mutuo acuerdo entre los dos gobiernos involucrados en octubre de 1980. En ese momento, todos los que 125.000 cubanos habían hecho el viaje a Florida.
El episodio comenzó cuando el 1 de abril de 1980 cuando Héctor Sanyústiz actuó en un plan que había estado organizando en secreto durante meses. Él se subió a un bus, y junto con otras cuatro personas (incluido el conductor), se detuvo a varias manzanas de Embassy Row en Centro Habana.
El conductor, que era un amigo de Sanyústiz, anunció que el autobús se había roto y vació el vehículo, dejando a los otros cuatro que estaban al tanto del plan en su interior. Sanyústiz tomó el control del bus y lo condujo a través de una cerca de la embajada peruana.
Algunos de los guardias cubanos que fueron colocadas para proteger la calle abrieron fuego contra el autobús. Un guardia fue herido fatalmente en el fuego cruzado. Los cinco habían tomado medidas desesperadas para pedir asilo político, por lo que el diplomático peruano a cargo de la embajada, Ernesto Pinto-Bazurco, se la concedió.
El gobierno cubano pidió inmediatamente al gobierno peruano para regresar a los cinco individuos, afirmando que tendría que ser juzgado por la muerte del guardia. Cuando el gobierno peruano se negó, Castro amenazó con retirar a los guardias en la entrada de la embajada del Perú, y procedió a hacerlo en Buen Viernes, 04 de abril 1980.
El 5 de abril de 1980, alrededor de 750 cubanos se reunieron en la embajada de Perú en La Habana y dijeron que querían asilo diplomático. [4]
Las noticias de estos eventos repartidos por el boca a boca y por el Domingo de Pascua, había más de 10.000 personas hacinadas en los terrenos Embajada del Perú diminutos. El gobierno cubano ordenó rápidamente un gran número de guardias en su lugar y bloquearon el acceso a lo largo del perímetro de la embajada. Además, los viajes en automóvil se detuvo en la zona residencial de Miramar, donde viven la mayoría de las embajadas extranjeras en la Ciudad de La Habana.
Dentro de la embajada, la gente ocupó todos los espacios abiertos en los jardines, eventualmente subir a los árboles y otras estructuras y se niega a abandonar el local a pesar de la falta de infraestructura de superficie de base. Los peligros inherentes a esta situación se alivió en cierta medida por las acciones de otras embajadas, incluidas las de España y Costa Rica, que accedió a aceptar un pequeño número de refugiados.
Castro afirmó que en última instancia, el puerto de Mariel se abriría a cualquiera que desee salir de Cuba, siempre y cuando tenían a alguien a recogerlos. Si bien las noticias de la situación no fue transmitido en Cuba, los exiliados cubanos en Estados Unidos se apresuraron a Key West y los muelles de Miami para alquilar barcos para el transporte de personas a Estados Unidos.

No comments:

Post a Comment